Cada día se descubren más beneficios producidos por el ejercicio físico.

En los últimos años se habla mucho de «hormesis», un concepto que une la biología, la genética y la salud. Hormesis se refiere a que determinados estímulos de estrés biológico son capaces de activar genes relacionados con el antienvejecimiento y la salud. No solo es relevante su acción » antiaging», sino que son capaces de favorecer procesos de regulación endocrina muy importantes.
Si generamos cierto «estrés» en la alimentación (ayuno), en la actividad (ejercicio intenso) y en el metabolismo basal (exponernos un poco al frío), nuestro organismo activa respuestas reguladoras, reactivando cascadas enzimáticas, y genes que forman parte de nuestro legado , y que contribuyeron a la supervivencia durante milenios. Hay recordar que somos hereder@s de los supervivientes de las glaciaciones, y que los clanes que sobrevivieron fueron los que se adaptaron a condiciones de ayuno, frío y una intensa actividad física para la superviviencia.
Hoy día sabemos que el ejercicio físico produce, entro otros, los siguientes beneficios:
-Aumenta y regula los niveles de todos los neurotransmisores: acetil colina, adrenalina, noradrenalina, dopamina, serotonina y GABA.
-Mejora la actividad del sistama límbico, relacionado con las emociones.
-Mejora la circulación cerebral.
-Eleva los niveles de mediadores celulares relacionados con la regeneración y desarrollo neuronal y la neuroplasticidad ; BDNF y BGF (Brain grow factors).
-Incrementa los niveles de opiaceos endógenos favoreciendo la relajación, el buen humor y la sensación de bienestar y felicidad.
-Apoya la biogénesis de mitocondrias y sus procesos de reparación.
-Activa el neurobranching, un proceso que optimiza las redes neuronales.

Todo eso sucede siempre que el ejercicio alcance cierta intensidad. Se recomienda una intensidad que haga que como mucho en 5 minutos se empiece a sudar y que no se pueda mantener una conversación con comodidad , sólo frases cortas, por el esfuerzo respiratorio y cardiovascular. Por supuesto que en casos en los que haya algún tipo de patología que lo contraindique deberá consultarse con un profesional y adaptar el ejecicio a las condiociones de la persona.
Con esa intensidad encontramos ejercicios tipo HIIT (High intensity interval training o ejercicio/ entrenamiento de alta intensidad por intervalos) y Tabata, entre otros.
Calentamiento:
Entrenamiento:
Una buena opción son estas sesiones de «Cardio sin impacto», especialmente para personas con problemas en las articulaciones:
Es muy importante hacer estiramientos tras terminar el entrenamiento:
Hay tres factores muy importantes para cultivar el equilibrio emocional :
-El ejercicio físico.
-Un sueño de buena calidad.
-Una buena alimentación que mantenga un aporte de glucosa adecuado y estable
Con esa base, encontraremos las condiciones para que los tratamientos sean más eficaces y la psicoterapia dé mejores resultados.
Si no es posible realizar estos ejercicios, puede comenzar caminando al menos 30 minutos, 3 veces por semana, siempre con una intensidad y duración acorde a sus estado físico actual. En caso de padecer alguna enfermedad cardiovascular o de otro tipo para la que este ejercicio pueda estar contraindicado, consulte con el especialista.
Dr. José Ignacio García Acosta.
www.homeopatiamalaga.es